domingo, 16 de marzo de 2014

El pedómetro, invento de la Generación del 27

Los jóvenes de la Residencia de Estudiantes eran, como los de ahora, unos gamberros que en vez de estudiar dedicaban su tiempo a divertirse. En una de estas juergas líricas, surgió un invento que mantenían en secreto y que lo llamaron el “pedómetro”, que era una caja cuadrada de madera con un agujero dentro de ella, donde se alzaba una vela con un cordoncillo de hilo detrás de la llama. Se trataba que los participantes “expelieran” por el orificio pedos que consiguieran doblar la llama y hacer arder el hilo. Rafael Alberti lo recuerda en sus memorias (La arboleda perdida) que se necesitaba “un pedo de gran fuerza para lograr que la llama se doblase y llegara a prender el hilo” y sospechaba si alguno de los serios profesores de la residencia tuvo “el humor de practicarlo”.
En la página 15 encontraréis una reconstrucción del invento:
Ahora atrévete a crear, como ellos, un artilugio original e innecesario. 

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